En este blog, exploraremos de manera detallada cómo hacer el cultivo de tus propias plantas de marihuana en un balcón o terraza, aprovechando al máximo las condiciones del exterior. Descubriremos consejos prácticos, desde la preparación del espacio hasta la cosecha, para que podamos disfrutar de nuestro propio jardín cannábico de forma exitosa. ¿Listo para embarcarte en esta emocionante aventura cannábica y transformar tu balcón en un oasis verde y saludable?
El cultivo del cannabis suele iniciarse en el momento en el que comienza la primavera, momento en el que la temperatura aumenta y las condiciones de cultivo son mejores. Durante el mes de marzo los días ya son más largos y será perfecto para el desarrollo vegetativo del cannabis. Es por ello por lo que a partir de este momento podemos cultivar el cannabis en nuestro balcón.
En nuestro blog encontrarás «Cuando cultivar marihuana en exterior«, échale un vistazo para conocer de primera mano los mejores momentos para el cultivo de marihuana en balcón o terraza.
Pero antes de cultivar las plantas de marihuana debemos tener en cuenta muchas cosas.
Preparación del espacio en tu balcón o terraza para el cultivo de marihuana
El primer paso es esencial: preparar el espacio. Antes de empezar, dedicaremos tiempo a limpiar y organizar el balcón o terraza. Retiraremos objetos innecesarios para garantizar un espacio óptimo para un buen desarrollo, y que las plantas puedan recibir la cantidad adecuada de luz solar durante el día. Es recomendable limpiar y/o desinfectar el suelo para una mejor limpieza, evitando posibles ácaros, o esporas indeseadas que puedan arruinar nuestro cultivo.
Recuerda que un entorno limpio y ordenado, junto a las horas necesarias de luz son esenciales para el desarrollo saludable de tus plantas.
Horas de luz para plantas de marihuana
Las plantas de cannabis necesitan una cantidad de horas de luz para su correcto desarrollo. Para el cultivo de plantas de marihuana feminizadas, necesitan 18 horas de luz para la fase de crecimiento y 12 horas de luz para la fase de floración. Si nuestras plantas reciben una cantidad de horas limitadas se desarrollarán débiles al igual que el desarrollo de los cogollos.
Por otro lado, existe la opción de cultivar plantas de marihuana autoflorecientes, que no necesitan cambio de horas de luz para florecer. Aportándole 18 horas de luz durante todo el cultivo, conseguiremos un desarrollo espectacular, dependiendo de la variedad escogida.
En el cultivo de marihuana en terraza, las plantas suelen recibir bastantes horas de luz, mientras que en el balcón suelen recibir menos horas, dependiendo de la orientación. Sería ideal que las plantas recibieran entre 5 – 8 horas de sol directo diario, de manera que pueda desarrollarse óptimamente.
Además de las horas de luz que necesitan recibir las plantas, es muy importante las horas de oscuridad. La oscuridad es muy importante para el descanso de plantas, por lo que si reciben cualquier luz en periodos de oscuridad nuestras plantas pueden llegar a estresarse, e incluso en periodo de floración, no llegar a producir cogollos.
Contaminación lumínica
En lugares urbanos la contaminación lumínica es muy común y puede afectar por completo a nuestras plantas. Si tenemos el cultivo de marihuana en balcón o terraza, es muy importante que durante la noche se encuentren en un periodo de máxima oscuridad. Carteles luminosos, la luz del vecino y sobre todo la luz de las farolas, pueden ser causantes de la contaminación lumínica que reciben nuestras plantas de marihuana.
Si cultivamos plantas feminizadas y sufrimos contaminación lumínica, dependiendo de la intensidad de la luz podremos sufrir distintos inconvenientes, más o menos importantes. Las plantas pueden tardar en desarrollar su sexo, por lo que el nivel de estrés será elevado y el desarrollo de las plantas será más lento e incluso pueden hermafroditarse.
Además, durante los periodos de oscuridad se desarrolla una hormona llamada florigen que permite a la planta realizar la floración. En el caso de recibir rayos de luz la planta se estresa y no produce dicha hormona, por lo que no producirá cogollos. Si sabemos que podemos sufrir contaminación lumínica podemos cultivar semillas autoflorecientes, puesto que no dependen de un fotoperiodo para producir flores.
Elección de las variedades adecuadas para el cultivo exterior
En el mundo del cultivo de marihuana en balcón o terraza, la elección de las variedades es clave. Debemos seleccionar variedades que se adapten correctamente al cultivo en exterior. Si el espacio es limitado, consideraremos el cultivo de plantas autoflorecientes, que ofrecen un ciclo de vida corto y florecen automáticamente, independientemente de las horas de luz.
Cultivo de autoflorecientes en balcón o terraza
Las plantas autoflorecientes son aliadas perfectas para el cultivo de marihuana en balcón o terraza. Gracias a su capacidad para florecer automáticamente y su rápido cultivo, estas cepas son ideales para espacios limitados. Descubre cómo maximizar el rendimiento de las plantas autoflorecientes y aprovechar al máximo las ventajas que ofrecen en el contexto de un balcón. Las plantas autoflorecientes, como su propio nombre indica florecen automáticamente por lo que no necesitan cumplir con un fotoperiodo para cumplir con la floración.
Las plantas autoflorecientes tienen un ciclo de cultivo predeterminado, es decir, si cultivamos una variedad autofloreciente de 8 semanas, el cultivo completo será en tan solo 8 semanas. Por ello, no debemos ocuparnos de su cultivo durante más tiempo que el indicado, lo que las hacen ideales para los cultivadores principiantes. Son plantas que adoptan un tamaño reducido, más discreto, perfectas para cultivar en balcones.
Cultivo de plantas feminizadas en balcón o terraza: Aprovechando al máximo tu espacio exterior
Las plantas feminizadas ofrecen la ventaja de producir mayor cantidad de cogollos, lo que se traduce en una cosecha más abundante y potente. Cultivarlas en las terrazas requiere atención a detalles para maximizar su crecimiento y desarrollo. El cultivo de plantas feminizadas será mucho más largo respecto a las variedades autoflorecientes. Las plantas feminizadas necesitan un cambio de fotoperiodo para florecer, es decir, necesitamos reducir las horas de luz para que florezcan.
Una planta feminizada necesitará 18 horas de luz para su fase de crecimiento y 12 horas de luz para la fase de floración. Durante la primavera y principios de verano, la cantidad horas de luz son más elevadas, por lo que las plantas se encontrarán en fase de crecimiento. A finales de verano y principios de otoño, los días se acortan y las plantas entran en fase de floración, desarrollando los cogollos hasta el periodo de cosecha. Según la variedad que cultivemos, la cosecha será más temprana o más tarde, cada variedad tiene un periodo de cosecha optimo.
Como resultado, nuestras plantas feminizadas tendrán un cultivo más largo, adoptarán tamaños más grandes según el momento en el que la cultivemos y conseguiremos una mayor producción. Cabe destacar que cuanto mayor tiempo de cultivo, mayor cuidado necesitarán nuestras plantas.
Descubre cuales son las mejores variedades para el cultivo de marihuana en balcón o terraza.
Preparación del suelo y contenedores
La base del cultivo comienza con el suelo y los contenedores. Debemos seleccionar un sustrato de calidad y asegurarnos de que los contenedores tengan un buen drenaje. La salud de las plantas depende en gran medida de la calidad del suelo, así que es recomendable dedicar tiempo a preparar una base sólida para nuestro jardín cannábico en el balcón.
Si cultivamos en macetas recomendamos comprar un sustrato que nos asegure que nuestras plantas se encuentren alimentadas con los nutrientes óptimos y necesarios. Durante las primeras semanas de vida, nuestras plantas no necesitan una gran cantidad de nutrientes, en comparación al 5 o 6 mes de cultivo, es por ello por lo que recomendamos utilizar sustratos Light Mix. Una vez realizados varios trasplantes podemos utilizar sustratos como All Mix. Un buen sustrato nos repercutirá positivamente en el desarrollo de nuestro cultivo de marihuana en balcón o terraza.
Además del sustrato, los contenedores que utilicemos para cultivar nuestras plantas serán muy importante. En cultivos de exterior, recomendamos utilizar macetas con colores claros, blancas, grises marrones, ya que los colores oscuros absorben el calor de la luz y puede perjudicar el desarrollo de las raíces.
Tipos de maceta para el cultivo de marihuana en balcón o terraza
Las macetas que utilicemos serán muy importantes para el cultivo de marihuana en balcón o terraza, además del color y el drenaje, debemos escoger el material y el tamaño. Podemos cultivar nuestras plantas de marihuana en macetas de plástico, de cerámica o incluso de tela. Cada material nos aportará beneficios
- Macetas de cerámica: Las macetas de cerámica son mucho más frescas y permiten que la temperatura del sustrato se encuentre más estable. Por contra, las macetas de cerámica son mucho más pesadas.
- Macetas de plástico: Las macetas de plástico son las más utilizadas para el cultivo de marihuana en balcón o terraza. Son baratas, frescas y garantizan un desarrollo óptimo de la planta.
- Macetas de tela: Los tiestos de tela son una de las mejores opciones para el cultivo de cannabis, debido a que el sustrato se encuentra mucho más aireado y mejora el desarrollo de las raíces. Por contra, también permite la transpiración más fácilmente y deberemos de regar las plantas más a menudo.
Tamaño de los tiestos para cultivar marihuana
El tamaño de las macetas también tiene mucho que ver con el tamaño de las plantas, cuanto mayor tamaño tenga la maceta, mayor tamaño tendrá la planta. Para escoger el tiesto de cultivo debemos tener en cuenta la genética de la variedad a cultivar.
En el caso de cultivar semillas autoflorecientes, recomendamos utilizar al menos macetas de 18 – 25 litros para conseguir una planta con un buen desarrollo. Si cultivamos con macetas más pequeñas nuestras plantas tendrán un tamaño menor, lo que es una opción interesante para balcones pequeños o queramos ser mucho más discretos.
Si cultivamos plantas feminizadas el tamaño de nuestras plantas dependerá en gran parte del tamaño de la maceta. Cuanto mayor sea la maceta mayor desarrollo radicular tendrá la planta y mayor tamaño alcanzará la planta, al igual con macetas pequeñas, cuanto más pequeña sea la maceta, menor desarrollo radicular tendrá la planta y menor tamaño alcanzará. Aunque si queremos plantas feminizadas más pequeñas recomendamos otras técnicas, como atrasar el cultivo o utilizar podas.
Para plantas feminizadas recomendamos al menos tiesto de 45 – 50 litros, cuanto más grande sea el tamaño de la maceta más retención de agua conseguiremos.
Cuidados diarios y riego
El cultivo de marihuana en balcón o terraza requiere una atención diaria. Debemos equilibrar el riego para evitar problemas como el encharcamiento o la sequedad del suelo. Un riego eficiente es esencial para mantener el desarrollo saludable de las plantas en el entorno exterior. El sustrato de nuestras plantas debe mantenerse húmedo en todo momento y tendremos que estar atentos a que así sea. La falta o el exceso de agua puede generar daños en nuestras plantas de marihuana.
En los periodos en los que las plantas tienen tamaño más pequeño, no son tan demandantes de agua, debido a su poco desarrollo radicular, pero, a medida que aumenta el tamaño de las plantas, necesitan mayor absorción tanto de agua como de nutrientes. Una planta de un metro y medio de altura necesita mucha más agua que una de medio metro. Una manera de saber si nuestro sustrato se encuentra húmedo es con el peso de la maceta. Si la levantamos y pesa poco, debemos añadir agua, en el caso de que el peso de la maceta sea más elevado, nuestra tierra se encontrará húmeda.
Pero las plantas de cannabis necesitan nutrientes para crecer y aunque pueden obtener muchos de ellos del sustrato, según el sustrato que hayamos utilizado, llegará un momento en el que el sustrato se quedará si nutrientes, debido a que la planta los habrá asimilado todos. Antes que suceda, recomendamos añadir nutrientes líquidos. Con ello conseguiremos que la planta tenga acceso a la cantidad de nutrientes necesarios para alimentarse, mejorando su vigor y desarrollo, mejorando la estructura y la fuerza de la planta, consiguiendo mejor resultado final.
Añade nutrientes al cultivo de marihuana
Los nutrientes son esenciales para que nuestras plantas de marihuana puedan crecer y desarrollar su estructura. Cuanto mayor acceso tengan a los nutrientes tendremos plantas más sanas, con una estructura más fuerte que ayudará a mejorar la cosecha. Dependiendo en qué fase de vida se encuentre la planta, necesitará unos nutrientes o otros, es por ello por lo que encontramos abonos de crecimiento y abonos de floración.
Podemos equiparar la vida de la planta al de un ser humano, si no aportamos nutrientes a nuestro cuerpo nos volvemos débiles, al igual que pasa con las plantas. Además, debemos aportar la cantidad necesaria sin sobre fertilizarlas, al igual que nosotros si comemos en exceso podemos tener problemas, ellas también.
Cada marca de fertilizantes tiene una tabla de cultivo con las dosis recomendadas y la cantidad de abono que debemos añadir en cada fase de vida de nuestras plantas, al igual que los estimuladores. Los estimuladores ayudarán a nuestras plantas a potenciar su desarrollo, maximizando los resultados.
Protección y seguridad
Tenemos que considerar la seguridad y discreción al cultivar en un espacio exterior. Recomendamos investigar opciones de protección contra miradas indiscretas y tener en cuenta los riesgos asociados al cultivo de cannabis al aire libre. La precaución y la planificación adecuadas asegurarán un entorno seguro y discreto para nuestro jardín.
Proteger el cultivo con mallas de ocultación es una de las acciones más simples y básicas para evitar las miradas ajenas. Que nuestras plantas sean vistas desde la calle o algún indeseado puede ser fatal para nuestro cultivo de marihuana en balcón o terraza, pues los amigos de lo ajeno pueden hacer una vista o incluso la policía, algo que no deseamos. No hay nada peor que pasar meses cuidando de tu auto-cultivo para que después desaparezca, con el peligro que conlleva.
Al ocultar las plantas de marihuana de miradas indiscretas también nos servirá para protegerlas de la contaminación lumínica que pueda darse. Es por ello por lo que protegerlas de las miradas puede darnos resultados positivos.
Podas para el cultivo de cannabis en balcón o terraza
Si hablamos de plantas feminizadas, algunas de ellas pueden llegar a adquirir estructuras completamente monstruosas, y muchas veces, no es lo que queremos, precisamente por discreción. En gran multitud de ocasiones es recomendable utilizar técnicas de poda para evitar el crecimiento vertical de las plantas, consiguiendo un crecimiento lateral, formando plantas mucho más anchas y con alturas limitadas. Además, con muchas de ellas podemos maximizar la producción, consiguiendo mejores resultados al final de la cosecha.
En plantas autoflorecientes no recomendamos realizar técnicas de poda. Si realizamos podas en plantas autos podríamos estresar a la planta y paralizar su desarrollo.
A continuación, explicamos algunas técnicas de poda para conseguir controlar la altura del cultivo de marihuana en balcón o terraza.
- Poda apical: La poda apical consiste en pellizcar la parte superior de la planta, dividiendo en dos la cabeza de la planta. Con ello conseguiremos crear dos cabezas superiores, mientras que, a su vez, se desarrollarán más las ramas laterales.
- Poda FIM: La poda FIM es muy parecida a la poda apical, en lugar de pellizcar la totalidad de la parte superior de la planta, pellizcamos el 70%. Al no cortar completamente la parte superior conseguiremos detener el desarrollo vertical, aumentando el lateral. Con ello conseguiremos formar varias cabezas superiores y plantas más anchas.
- ScrOG (Screen Of Green): La técnica ScrOG (pantalla verde) consiste en doblar los tallos de las ramas para entrelazarlos entre una malla de manera que las ramas crecerán lateralmente. Con ello se consigue controlar el crecimiento y una mayor penetración de la luz.
- LST (Low Stress Training): La técnica LST (Técnica de bajo estrés) consiste en doblar y atar cuidadosamente las ramas al suelo, potenciando el desarrollo de las ramas hacia los lados.
Cosecha y secado
La culminación de nuestro esfuerzo llega con la cosecha. Debemos aprender a identificar el momento óptimo y seguir las mejores prácticas para secar y curar los cogollos. Este paso final es crucial para garantizar un producto final de alta calidad, lleno de aroma y potencia.
Cada variedad que cultivemos tiene un periodo de cosecha que nos dirá el fabricante. Algunas de ellas como las semillas autoflorecientes, tienen un periodo de cultivo concreto, por lo que finalizarán el cultivo una vez cumplidas las semanas establecidas. Pero las semillas feminizadas pueden variar meses dependiendo de su genética. Las semillas con una genética más indica las cosecharemos antes que genéticas sativas.
Encontraremos semillas feminizadas más rápidas que estarán lista para cosechar a principios de septiembre, mientras que habrá otras que madurarán más tarde, como puede ser a mediados de octubre. Todo ello debe de tenerse en cuenta antes de cultivar nuestras plantas, ya que incluso en el periodo antes de cosechar puede echarse a perder todo el cultivo.
Te recomendamos que visites nuestro blog para conocer el momento el en que hay que cosechar las plantas de cannabis. Además de cosechar, debemos secar y curar nuestros cogollos para que sean aptos para consumirlos, conoce como hacerlo en como secar los cogollos de marihuana.
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